A lo largo del Blog en mas de una ocasión hemos comentado lo que nos gusta reunirnos, estar juntos, no perder contacto entre nosotros, y con todo esto hemos conseguido formar una familia, sí una familia, podriamos decir, y para saber lo que decimos hay que pertenecer a la Peña Asoca del Code, para dar fe de ello.
Como en alguna otra ocasión, alguien propuso hacer unas gachasmigas y aquí estamos en el campo de Chirri y Luci, anfitriones de este evento.
Los gachasmigueros prestos para la cosa sin ribalidad de quien es mejor porque, los tres son extras.
Los gachasmigueros prestos para la cosa sin ribalidad de quien es mejor porque, los tres son extras.
Con el termómetro bajo cero, estas buenas mozas se lanzaron monte arriba a estirar las piernas porque, el apetito ya lo habían traido.
A pesar de la baja temperatura las tertulias en la calle.
Los que asaron el embutido fue a la brasa y no ahumado como aquí da la sensación.
A estas comensales les tocó pelar el capellán para hacer la ensalada con tomate.
No faltó el montón de arena para los crios.
Las mamás teniendo un bebé delante es su tema de conversación, como es lógico.
Y aquí está el motivo
Como siempre, los pequeños primero y sí, que sí comen gachasmigas y enseguida a la calle a jugar.
Los mayores también le metimos buena mano.
Estos tertulianos, no es que necesitaban refrescarse por aquello de chorrico en el café, es que, no cabían en la casa.
La tarde se terminó con el clásico PAN CON ACEITE, que por cierto, con buen pan y nuestro aceite de Yecla, sigue siendo un manjar exquisito, más el bien añadido del ajo-aceite hecho por nuestro querido Julio.
A pesar de la baja temperatura las tertulias en la calle.
Los que asaron el embutido fue a la brasa y no ahumado como aquí da la sensación.
A estas comensales les tocó pelar el capellán para hacer la ensalada con tomate.
No faltó el montón de arena para los crios.
Las mamás teniendo un bebé delante es su tema de conversación, como es lógico.
Y aquí está el motivo
Los mayores también le metimos buena mano.
Tenemos unas mujeres en la Peña que su juventud radica en su alegría y buen humor, y en esta ocasión no podía ser menos, como aquí lo demuestran.
El refranero español de las mujeres dice, y dice bien:
¡Ah! Señor, por quien tu eres, que no se acaben las mujeres.
Estos tertulianos, no es que necesitaban refrescarse por aquello de chorrico en el café, es que, no cabían en la casa.
La tarde se terminó con el clásico PAN CON ACEITE, que por cierto, con buen pan y nuestro aceite de Yecla, sigue siendo un manjar exquisito, más el bien añadido del ajo-aceite hecho por nuestro querido Julio.
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